COMO LA LLUVIA
Atrapada en la noche
siento en el aire mi nombre,
me seduce como la lluvia,
como los sueños
que se alejan en la vigilia.
El cielo estrellado orienta la fábula.
Los átomos de la noche se expanden en el olvido
y el reloj no cesa de marcar el tic-tac de mi corazón.
La noche se recoge en torno al silencio,
la música del amor vuelve
y sin embargo, la risa incrementa mi soledad;
entonces mis labios se sellan,
y en ellos, me resguardo de la tormenta.
Los trenes siguen su camino,
se alejan en ese horizonte de colores
donde la noche se enfrenta a la despedida
y las piedras, cubiertas de deseo,
me seduce como la lluvia,
como los sueños
que se alejan en la vigilia.
El cielo estrellado orienta la fábula.
Los átomos de la noche se expanden en el olvido
y el reloj no cesa de marcar el tic-tac de mi corazón.
La noche se recoge en torno al silencio,
la música del amor vuelve
y sin embargo, la risa incrementa mi soledad;
entonces mis labios se sellan,
y en ellos, me resguardo de la tormenta.
Los trenes siguen su camino,
se alejan en ese horizonte de colores
donde la noche se enfrenta a la despedida
y las piedras, cubiertas de deseo,
ven pasar el tiempo como la lluvia.
La luna desaparece,
La luna desaparece,
y como si nada,
como si ya todo hubiera pasado,
como si me olvidara de ella,
como si todo girara entorno a un carrusel,
como si ya todo hubiera pasado,
como si me olvidara de ella,
como si todo girara entorno a un carrusel,
recurro al poema
como la lluvia.
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