NO TE TARDES QUE ME MUERO
I
Llega durante el verano, a destiempo
para alcanzar la mitad del invierno
cuando mis manos no pueden llegar
El guardián cuida la casa
y las puertas permanecen cerradas con su presencia
Siento ese rumor que paraliza mis pasos
de hierro fundido
que se esconden con miedo
por decir.
Como el eco,
como nadie
desde estas cuatro paredes
donde se refugian
y esperan que llegue el otro
para repetir sus últimas palabras.
II
Cada día,
cada peldaño
un deseo para compartirlo,
un deseo para seducirlo
y rodearlo con cintas y con abalorios.
Mis piernas se fortalecen para caminar el camino
y en mi deseo reaparece el otoño
inmóvil
como un fusil de fuego y lágrimas
cuando salta la alarma y alcanzo esa estrella fugaz que da vueltas
y aparece para llevarme en ese viaje. Fugaz.
Y desaparecer
III
Una hora ,
un silencio para recordar,
para olvidar
y en el olvido acercarme a los sueños,
A veces sobran las palabras
A veces sobran las rosas rojas…
Y sin embargo, una cerilla para encender esta pasión
que despierta de un letargo y ríe
Fuera medallas y condecoraciones
La verdad por encima de todo.
La verdad y la mentira
cuando voy para mi casa.
No te tardes que me muero.