EN LA NOCHE DE SAN JUAN
Todo desapareció.
El silencio saqueaba el ambiente,
la niebla ocultaba las intenciones;
mis ojos se cerraron y la tristeza empañó las vidrieras.
mis ojos se cerraron y la tristeza empañó las vidrieras.
La sospecha aterrizó entre sombras.
Regresé entonces al sur,
las saetas volaban y el miedo se apoderaba del camino.
La noche cóncava desapareció
y la sombra de la luna se cubrió de arena
para ocultar mis pensamientos.
Todo desapareció.
Piedra sobre piedra,
mano sobre mano desencontrándose,
ruinas que los vestigios del tiempo liberan
para perdonar lo imperdonable.
¡Todo arde en la Noche de San Juan!
¡Todo arde en la Noche de San Juan!
Los diarios,
los poemas olvidados;
el poema por escribir,
todo en busca del fuego.
Entonces el mar me acaricia y siento la libertad
de encontrar la voz para decir:
"El viento vuela los sueños"
y aparece la seña del poema que habita en mí;
todo en busca del fuego.
Entonces el mar me acaricia y siento la libertad
de encontrar la voz para decir:
"El viento vuela los sueños"
y aparece la seña del poema que habita en mí;
Sin embargo, amor…
todo desapareció.
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