POEMA
El tiempo celeste me conduce al desamor
y rompe estas lágrimas encadenadas a tu voz.
La cera corre superflua,
sin embargo cicatriza las heridas de este rostro sin forma
para encender un camino de cristal
que refleje
los pétalos de esta margarita que ya está llorando.
Los paradigmas se descubren
con la llegada del invierno,
y desaparecen en los espejos
que se columpian en mi pecho.
y rompe estas lágrimas encadenadas a tu voz.
La cera corre superflua,
sin embargo cicatriza las heridas de este rostro sin forma
para encender un camino de cristal
que refleje
los pétalos de esta margarita que ya está llorando.
Los paradigmas se descubren
con la llegada del invierno,
y desaparecen en los espejos
que se columpian en mi pecho.
dejando una "stella" de sueños.
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